Tomelloso cuenta actualmente con la Cooperativa Vinícola mayor del Mundo.
Durante el siglo XVIII Tomelloso experimentó un cambio en su fuente principal económica, vinculada desde su nacimiento a la explotación cerealística. Así, desde mitad de ese siglo, se va a empezar a introducir la vid entre sus cultivos hasta alcanzar su etapa de apogeo durante el último cuarto del siglo XIX y primera mitad del XX, en que se va a convertir prácticamente en un monocultivo.
El detonante último de la enorme expansión del cultivo de la vid en Tomelloso no fue otro que la muy desastrosa plaga de filoxera que afectó a los viñedos franceses en la segunda mitad del siglo XIX, y que, en cambio, sí fue bien soportada por las vides de La Mancha.
La necesidad de nueva mano de obra para hacer frente a la ingente cantidad de tierras plantadas de vid, hizo que importantes recursos humanos recalaran nuevamente en esta población desde finales del siglo XIX y durante todo el primer tercio del siglo XX.
La enorme producción vínica, unida a las pésimas vías de comunicación de la localidad, propiciaron el desarrollo de gran número de alcoholeras desde finales del siglo XIX hasta mitad del siglo XX. Estas alcoholeras, en un primer momento propiedad de vecinos de Tomelloso y más tarde de importantes empresas del sector alcoholero nacional, llevaron a Tomelloso a ser el primer productor de alcohol vínico del mundo a mitad del siglo XX, posición que sigue ocupando hoy en día.